Una Agradable Sorpresa

Pero lo cierto es que no acabó de quitarse cosas, y se desabrochó el pantalón y comenzó a quitárselo.

—¿Sabes lo que estoy sufriendo por no poder empalmarme yo también?

Hasta el momento, no lo había vuelto a pensar, pero joder, tenía delante a una trans, que me había comido la polla además. Sin embargo, su cuerpo era muy esbelto. Se puso frente a mí con unas braguitas negras puestas. De piel mas bien blanca, sus piernas no tenían fin dada la altura de mi visión.

Se sentó encima de mí en el sofá y me dijo:

—Cómeme las tetas, vamos.

Me rodeó con los brazos y me hundí en sus pechos besándolos y magreándolos. Creo que nunca he tocado pechos artificiales antes, si estos lo son, no sabría distinguirlos.

Le agarré del trasero mientras le chupaba los pezones. Ella no se quedó quieta tampoco. Tenía una mano agarrándome la polla. La movía al ritmo que ella subía y bajaba imitando como si estuviéramos follando.

—Mmmm si... Me pones a mil. Por favor no pares, y no te asustes —me dijo.

—¿Por que...? —No terminé la frase. Lo estaba notando vagamente. Notaba en mi vientre un bultito que se movía a través de sus braguitas. Di un sobresalto.

—No pares... sigue comiéndome las tetas por favor...

La verdad no podría dejar de hacerlo, me encantaban. Pero no dejaba de pensar que allí abajo se estaba despertando algo, y cada vez se hacía mas grande. Elena comenzó a frotarse su entrepierna contra la mía. Y ya empezó a hacerse patente lo que tenía allí abajo. Entonces separó mi cabeza y me cogió las manos y me las puso contra sus pechos. Parecía que estuviera cabalgando y me dió por mirar abajo. No había duda. La cabeza de su pene empezaba a sobresalir por fuera de sus braguitas.

Estaban ya las cartas sobre la mesa. Nos estábamos restregando las pollas. Siguió así un buen rato hasta que se le puso de un tamaño notable. Entonces paró un momento.

—La notas, ¿verdad? —me dijo.

Algo atolondrado por lo insólito de la situación respondí tímidamente que si.

—Y... ¿tienes algún inconveniente con ello? —preguntó.