Una Agradable Sorpresa

Era una tarde templada a finales de verano, por lo que iban muy frescas de ropa. Una llevaba un vestido estampado semitransparente que le hacia un buen escote. La única rubia del grupo, vestía unos shorts muy shorts con un top ajustado. Y la última, una chica morena con un pelo larguísimo, y unos vaqueros ajustados con una camiseta blanca también ajustada y un gran escote. Noté los bultos de los pezones a través de ella. Estaban muy distraídas riendo entre ellas y no se habrían dado cuenta de que echaba miradas cada dos por tres. O eso creía. Puse el oído a su conversación:

—La otra noche me tire a aquel tío que me echo los trastos en el gym. ¿Sabéis? Aquel que era menudito —dijo la rubia.

—En serio? Pero si era un calvorota. Parecía un enano de esos. Mazado, pero un enano.

—Y te aguantó en la cama? —preguntó la morena de pelo largo.

—Bueno, —dijo la rubia —no es que durase mucho, pero lo hicimos dos veces. Ademas teníais que haber visto aquella polla. De hecho... —Ella sacó de su bolso el móvil y se lo enseñó a las otras dos.

—Ostia... —dijo la del vestido.

La morena se rio y dijo:

—Si que te la metió "doblada".

Las tres se rieron a carcajadas. Tanto que algunos otros clientes las miraron del escándalo. Así que bajaron un poco la voz, pero yo podía oírlas igualmente.

Alcancé a ver de reojo la pantalla del móvil enorme de la rubia. Una polla grande muy torcida abarcaba la pantalla. Y en voz baja me salio un "joder". Disimulé bajando rápidamente la vista a mi tablet algo sonrojado de que me pudieran haber oído.

Pero ellas seguían con la conversación.

La rubia continuo en voz baja:

—Pues sí fue algo raro, pero tuve 2 orgasmos. Me alcanzaba en sitios raros.

—Igual fue por eso —dijo la del vestido.

—Claro que es por eso, —dijo la morena —estáis acostumbradas a que os la metan hasta el fondo, cuando toda la diversión está alrededor y en entrada.

—Vamos Elena, no te las des de entendida que sabemos de que pie cojeas —y le guiño un ojo.